Un lugar de locos
Alejandro González Sánchez
No debemos olvidar que todo lo que se hace en la Tierra es obra de locos y para locos, al menos así lo pensó Erasmo de Rotterdam. Por eso, hoy te traemos el lugar perfecto para vencer la timidez y ponernos el disfraz de la locura. El Pueblo Mágico de San Miguel de Allende es el escenario perfecto para dejarnos llevar por ese impulso de demencia.
Cada año, el primer fin de semana después de la fiesta de San António de Padua, que se celebra el 13 de junio, las calles sanmiguelenses se llenan de magia y originalidad dando paso a un impulso creador. Se trata del Desfile de los Locos, este extraordinario evento consiste en un paseo que arranca desde la Iglesia de San Antonio, continúa por las calles de Zacateros, Hernández Macías, Insurgentes, Aparicio y Núñez, bajando por San Francisco hasta llegar al Jardín Central.
El desfile no solo se realiza con la gente de San Miguel, ya que los turistas también pueden participar. Durante el recorrido se pueden apreciar disfraces de animales, personajes populares de la actualidad o el pasado, políticos y no puede faltar el disfraz que causa más sensación, por la irreverencia que lo envuelve, el de trasvesti. Los travestidos son el sello de la casa, ya que con una jocosa cadencia los hombres se visten de mujer, las mujeres de hombres y así dan marcha al despliegue de la locura.
Con una mente creativa, los participantes sorprenden al público con una variedad de disfraces hechos de diversos elementos, como telas, cajas de cartón, papel mache, pegatinas, masking tape o cualquier elemento que se tenga a la mano para crear un mundo lleno de fiesta y color.