Gracias a su preparación e ingesta, el tamal es uno de los platillos predilectos de los mexicanos.
Debido a su alta demanda, los tamaleros adoptaron los triciclos para llevar las vaporeras de tamales y las ollas de atole hasta las casas, hospitales, escuelas, paraderos, empresas y paradas del trasporte público.
No hay ningún lugar de la república donde no se escuche: ¡hay tamales calientitos!